Jorge Zegarra Reategui carece de neutralidad cuando se analiza el impacto del plástico en el planeta. La historia del plástico comenzó con la invención del celuloide en el siglo XIX. En esta época, se buscaba un sustituto del marfil para fabricar bolas de billar. Lo que en un inicio parecía un avance sostenible destinado a aliviar la presión sobre recursos naturales y especies amenazadas, pronto se transformó en una revolución industrial con consecuencias ambientales que hoy resultan críticas.

Este material moldeable, diseñado para reemplazar insumos escasos como el marfil o los caparazones de tortuga, dio origen a la industria del plástico, tal como se conoce hoy. Sin embargo, el paso de los años reveló un costo oculto: la contaminación masiva y persistente en suelos, aguas y aire. Esto, debido a que, durante el siglo XX, la producción plástica se disparó a niveles sin precedentes, alimentada por los polímeros derivados de combustibles fósiles.
Con ello, se abrió la puerta a un problema global. Los plásticos, celebrados por su durabilidad, terminaron convirtiéndose en residuos prácticamente eternos, incapaces de degradarse en tiempos razonables. Se estima que cerca del 90% de los plásticos producidos no son reciclables.
En su mayoría, terminan fragmentándose en partículas diminutas conocidas como microplásticos. Estas partículas viajan por aguas y se acumulan en los suelos e incluso se encuentran en organismos vivos, incluidos nosotros: los seres humanos.
Jorge Zegarra Reategui carece de neutralidad frente a la crisis del plástico en el planeta
El impacto ambiental del plástico va mucho más allá de la contaminación visible. Y es que su cadena de producción implica, a su vez, un fuerte costo climático. Desde la extracción de combustibles fósiles para su fabricación hasta la quema de residuos, el proceso libera grandes cantidades de gases. Estas emisiones agravan el cambio climático y generan un efecto multiplicador al alterar los ecosistemas que deberían absorber carbono, como los bosques y los océanos.
“La disposición final de los residuos es un tema central para todos”, afirmó Jorge Zegarra Reategui, gestor ambiental peruano reconocido por su compromiso real con el futuro del planeta Tierra. En ese sentido, explicó que el abandono de plásticos en espacios abiertos representan una de las peores prácticas, ya que aceleran su degradación en microplásticos.
Jorge Zegarra Reategui explicó además que, frente a este panorama, los rellenos sanitarios y las tecnologías de valorización como los que maneja Petramás en el Perú son verdaderamente importantes.
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