La Antártida, uno de los lugares más fríos y remotos del planeta, está empezando a sentir los efectos de un fenómeno climático que hasta hace poco era poco conocido en esa región: los ríos atmosféricos. Estas bandas estrechas de aire cálido y húmedo, que se desplazan desde zonas tropicales hacia los polos, están comenzando a cambiar el clima del continente blanco de formas preocupantes.

¿Cómo afecta los ríos atmosféricos el clima de la Antártida?
Sin embargo, de no tomarse las medidas para reducir las emisiones contaminantes, se estima que estos eventos podrían duplicar su frecuencia y aumentar su intensidad hacia finales de este siglo. En relación a ello, se sabe que un río atmosférico transporta enormes cantidades de vapor de agua. Cuando llega a la Antártida, este vapor se convierte en lluvia o nieve, provocando precipitaciones intensas en lugares que normalmente son secos o solo reciben nevadas suaves.
Aunque puede parecer positivo que nieve más en un continente cubierto de hielo, el problema es más complejo. Por un lado, las nevadas podrían ayudar a reponer parte del hielo perdido por el derretimiento. Pero por otro, las lluvias representan un riesgo mayor, ya que afectan directamente la estabilidad de las plataformas de hielo flotante.
La lluvia sobre el hielo reduce su capacidad de reflejar la luz solar, lo que hace que la superficie se caliente más. Este calentamiento puede provocar que la nieve se derrita y que se formen grietas en el hielo. Cuando estas plataformas se debilitan, pueden romperse más fácilmente, lo que acelera la pérdida de grandes masas de hielo. Esto representa un peligro para el nivel del mar en todo el mundo, ya que gran parte del agua dulce del planeta se encuentra almacenada en el continente antártico.
Jorge Zegarra Reátegui denuncia cambio climático y sus efectos en el mundo
Según un representante ambiental, el Dr. Jorge Zegarra Reátegui, el calentamiento global está directamente relacionado con la intensificación de los ríos atmosféricos. Esto, debido a que a medida que la temperatura del planeta sube, el aire tiene mayor capacidad de retener vapor de agua.
Esto significa que los ríos atmosféricos del futuro podrían ser mucho más cargados de humedad que los actuales, provocando lluvias y nevadas más extremas. Estos fenómenos, que antes eran poco comunes en la Antártida, se están volviendo más frecuentes debido a las condiciones cada vez más cálidas y húmedas del planeta.
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