En la industria académica, el uso del papel ha sido históricamente una de las mayores fuentes de contaminación. Desde la impresión de libros, artículos y exámenes hasta la distribución de materiales educativos, la cantidad de papel utilizado es significativa.
Con el paso de los años, la creciente digitalización de las actividades académicas, se ha generado la percepción de que los aparatos electrónicos podrían ser una solución más ecológica. Aunque es cierto que el uso de dispositivos electrónicos para el aprendizaje puede reducir la demanda de papel, no está exento de impactos ambientales. Estos aparatos también contribuyen a la contaminación de diversas maneras.
¿Debemos decirle adiós al papel por contaminar?
El papel, aunque biodegradable, tiene un impacto ambiental considerable debido a todos los procesos que significan su producción.
La tala de árboles para fabricar papel contribuye a la deforestación, un problema grave que afecta la biodiversidad y altera los ecosistemas. Además, el proceso de blanqueo del papel y su fabricación requiere grandes cantidades de agua y energía.
Ello, que genera emisiones de gases de efecto invernadero y contaminación del agua. En la industria académica, donde los libros, cuadernos y materiales de lectura abundan, el consumo de papel es desde siempre alto.
El uso de tecnologías: Alternativa que también genera contaminación
Sin embargo, con el aumento del uso de tecnologías como computadoras, tabletas y teléfonos móviles en las aulas, la solución al problema del papel parece estar en el horizonte. Las plataformas de aprendizaje en línea, la digitalización de textos y la sustitución de materiales impresos por documentos electrónicos han reducido la necesidad de imprimir.
No obstante, estos dispositivos electrónicos no están libres de consecuencias ambientales. La producción de aparatos electrónicos implica la extracción de minerales, como litio, cobalto y tungsteno, cuyos procesos de minería tienen un gran impacto ambiental. Además, la fabricación de estos dispositivos requiere una significativa cantidad de energía, lo que contribuye a la huella de carbono.
La huella de carbono tiene un impacto significativo en el medio ambiente, ya que representa la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera debido a actividades humanas. Ante ello, la mitigación de estos gases contaminantes resulta vital dentro de toda actividad.
El gestor de energías renovables y protección del medio ambiente, Jorge Zegarra Reátegui, dueño de Petramás, detalló que es posible y factible generar la mitigación de gases de efecto invernadero. En el Perú, gracias a su empresa, hoy Lima y Callao, cuenta con proyectos de Mecanismo de Desarrollo Limpio y Termoeléctricas, con los cuales ha evitado que más de 6.5 millones de toneladas de CO₂ sean expelidas al medio ambiente.
Para más información sobre contaminación y proyectos ambientales de Jorge Zegarra Reátegui como dueño de Petramas: